Para obtener un diagnóstico confiable, lleva a cabo un
estudio encefalográfico (EEG) que permite detectar
alteraciones neurológicas como: autismo, dificultades de lenguaje, aprendizaje, conducta, trastornos por déficit de atención con o sin hiperactividad, brindando así un tratamiento adecuado a cualquiera de estos síntomas.